Al sur de Chile, en la octava región, mi querido Lota… Ahora sólo quedan los recuerdos de lo que otrora fuera una activa y pujante ciudad minera.
El 16 de Abril de 1997, la mina cerró su boca para siempre, la que mantuvo abierta por más de un siglo. Esta dama, que conservó su fertilidad hasta su involuntario y prematuro cierre, añora aquellos años dorados, en que se dejaba seducir por innumerables y sonámbulos pretendientes, que día a día se turnaban y esforzaban para cortejarla, sudando copiosamente, para ser correspondidos por tan singular damisela. Utilizaban fuertes y ruidosas caricias para estimularla a desprender su tan preciado tesoro. Ella correspondía con punzantes y chispeantes coqueteos, semejando diminutos granizos disparados desde su negro ropaje, que se estrellaban en los torsos desnudos de estos singulares Tenorios, quienes atenuaban el cansancio y el dolor, ante el placer de contemplar, bajo la tenue luz , cual cómplice titilante , brillosos cuervos inertes que rodeaban sus piernas sudorosas.
Y como seductora que se precia de tal, esta ninfa de las profundidades, demostraría que conquistarla tiene su precio. Como perra que cuida sus crías, trocaba por sangre lo que de ella se extraía. Muchos amantes, tanto jóvenes como viejos, pagaron con su vida tal osadía, algunos, pereciendo bajo el repentino, potente y estruendoso vomito grisáceo, sepultando níveos sueños de esperanza y libertad. Otros, sucumbiendo ante su ardiente y mortal aliento, como indefensos enfrentados al dragón que cuida su cautiva doncella, incineraban abruptamente la párvula ilusión de quienes esperan.